¿Quiénes somos?

crecimiento de la iglesia cristiana evangelica

La asamblea de la 126 en Manhattan tuvo su inicio con un grupo de hermanos de nacionalidad dominicana en la gran mayoría. La asamblea estaba originalmente reunida en un local rentado en el 525 de la Calle West 125, y el primer servicio tuvo lugar un 31 de mayo del 1963 en Manhattan, New York. Sus líderes y ancianos eran Carlos Córdoba y Manuel Santana reuniéndose un gran número de hermanos en la fe de distintas nacionalidades en especial dominicanos, puesto que para ese tiempo no existían en abundancia asambleas de habla hispana. El 12 de septiembre del 1964 se celebró el primer aniversario de esta asamblea.

En el año 1978, gracias al Señor, los hermanos tuvieron la oportunidad de obtener un edificio propio en la calle 126 y la avenida Ámsterdam. Éste era un viejo edificio del Departamento de Bomberos, el cual se ha estado restaurando hasta ahora. Por la gracia de Dios, en septiembre del 2006 se inauguró el Instituto Bíblico Jorge Muller de las asambleas en New York, el cual es parte de tres institutos más; uno en España, uno en Argentina, y uno en México.

¿Que creemos?

Creemos que las sagradas escrituras (antiguo y nuevo testamento) son inspiradas por Dios y están libres de error en sus documentos originales (hebreo y griego)

(2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:20-21) Creemos que las escrituras revelan adecuadamente la mente de Dios y su voluntad para con el hombre (Salmos 119:130). Creemos que son la guía infalible y suficiente para que el hombre encuentre el camino de salvación (Salmos 119:105; 2 Timoteo 3:15). Con ella también puede aprender a adorar a Dios correctamente (Juan 4:22-24), a vivir en amor en este mundo (Efesios 5:1-2) y a desplegar una conducta piadosa (Tito 2:11-12).

Creemos en un solo Dios verdadero, infinitamente perfecto, creador de todo lo existente

Nuestro Dios tiene existencia propia y se ha manifestado en tres personas divinas: El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo. Creemos y adoramos a Dios en trinidad y a la trinidad en unidad. No podemos dividir su sustancia; cada persona de la trinidad es coeterna en su ser, idéntica en naturaleza, igual en poder y gloria (Deuteronomio 6:4; 1 Corintios 8:6; Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14; 1 Pedro 1:2).

Creemos que nuestro Señor Jesucristo es verdadero Dios y Hombre

(Isaías 9:6, Hebreos 1:8, 1 Juan 5:20, Romanos 9:5, 1 Timoteo 2:5, Juan 1:1-14, Filipenses 2:6-8) Jesucristo nació sin pecado por intervención y genio del Espíritu Santo (Mateo 1:20) por medio de la virgen María (Mateo 1:21-25). Por cuanto Jesús poseía una naturaleza libre de mancha, él vivió una vida inmaculada y sin pecado (Hebreos 7:26, 9:14, 1 Juan 3:5, 2 Corintios 5:21). El señor Jesucristo ofrendó su vida intachable sobre el altar de la cruz en holocausto supremo, fragancia de olor suave a Jehová, por causa de nuestros pecados (Efesios 5:2).

Creemos en la resurrección corporal de Jesucristo y en su ascensión a la diestra de la majestad en las alturas

(1 Corintios 15:4,14,20, Hebreos 1:3, 8:1, 10:12, 12:2; Hechos 7:56) Solo Jesucristo es nuestro sumo sacerdote (Hebreos 7:27-28) y abogado (1 Juan 2:1). Los servicios de sacerdotes y mediadores humanos son por tanto innecesarios.

Creemos que, como pecador sin arrepentimiento, el hombre está irremediablemente perdido

(Lucas 13:3, Romanos 2:5) El hombre es totalmente inhábil para salvarse por sí mismo (Juan 14:6, Hechos 4:12, Lucas 19:10). Para salvarse, el hombre necesita arrepentirse de sus pecados y recibir por fe a Jesucristo (Hechos 20:21, Juan 1:12). Por tanto, creemos que es urgente que todo pecador se arrepienta ahora mismo mientras haya tiempo (Hechos 3:19, 2 Corintios 6:2) y reciba por fe a Jesucristo como Señor y salvador (Hechos 20:21, Juan 1:12).